Los perros grandes son aquellos que, al convertirse en adultos, superan los veinte kilogramos de peso. Como ya te puedes imaginar, mayor tamaño supone también una necesidad mayor de comida, de espacio para moverse y, por ende, de gasto económico. Pero, si tienes en cuenta estos cinco cuidados básicos para razas grandes, compartirás tu vida con un gran perro sano, equilibrado y feliz.
Una alimentación a su medida
El metabolismo de los perros grandes es más lento que el de los pequeños. Su desarrollo es más lento, pero envejecen antes. Por eso, es fundamental que elijas un pienso especialmente formulado para el peso, la edad y las necesidades nutricionales de tu mascota. En cuanto al aporte de nutrientes, debes fijarte en que las grasas y las proteínas estén equilibradas, para que reciba energía suficiente, pero no engorde. Además, elegir uno que esté compuesto por ingredientes fáciles de digerir y que incluya algún suplemento que refuerce sus articulaciones siempre le puede venir bien.
Cuida su esqueleto
Una de las principales dolencias que sufren los perros de gran tamaño es el desgaste de los huesos y articulaciones. Puedes empezar a prevenir este problema desde cachorro teniendo cuidado de no sobrealimentarlo para evitar que crezca demasiado deprisa y su estructura ósea tenga tiempo de formarse correctamente. A lo largo de toda su vida debes seguir prestando atención a que no adquiera sobrepeso y procurar que el ejercicio que realice sea controlado y regular, pero sin excesos.
Limpio y saludable
Aunque depende de la actividad y el lugar en el que viva el perro, en general, las razas grandes no necesitan baños tan frecuentes como las pequeñas. Para mantener limpio a tu perro, basta con que establezcas una rutina de higiene básica de orejas, ojos y cepillado de dientes. Si además le cepillas a menudo con un peine adecuado para su tipo de capa y mantienes las uñas en la longitud correcta, solo necesitarás bañarlo de manera ocasional.
Juguetes y correas resistentes
Cuando elijas los juguetes para tu perro, comprueba siempre que su tamaño y dureza sean los adecuados para su mandíbula. De otro modo, no solo cabe la posibilidad de que los destroce enseguida, sino que incluso puede llegar a ser peligroso, porque puede hacerse daño o tragarse algún pedazo.
Asimismo, los arneses y correas tienen que resultaros cómodos a ambos, a la par que ser seguros para los paseos.
Educación y socialización temprana
Cuanto antes comiences a trabajar en la educación y socialización de tu perro, mucho más fácil te resultará conseguir que sea un adulto feliz. Aunque siendo cachorro sea muy mono y torpe, piensa que dentro de nada va a pesar más de veinte kilos y va a ser mucho más difícil de manejar. Si este problema se te hace demasiado complicado de gestionar, no dudes en solicitar ayuda a algún experto en etología canina.
Y, por supuesto, si tienes alguna duda sobre cuidados básicos para razas grandes, sospechas que tu perro tiene algún problema de salud o sufre algún tipo de accidente, no dudes en consultar a tu veterinario de confianza lo antes posible.