Si tu perro está por alcanzar los 7 u 8 años, deberás prepararte para enfrentar las enfermedades más comunes de la etapa mayor. Algunas de ellas no son tan sencillas de identificar, pero acudir regularmente al veterinario te ayudará a comenzar a prevenirlas y, en su caso, a tratarlas. Cuando leas la información que, a continuación, te brindamos, te darás cuenta qué poca diferencia existe entre una persona y un perro durante la senectud.
Las enfermedades más comunes de tu perro adulto
No siempre es sencillo darse cuenta cuándo un perro ha abandonado su periodo joven para convertirse en adulto. Solo tienes que observar su comportamiento para entender que tu mejor amigo comienza a presentar problemas típicos de una edad avanzada. Para que lo comprendas mejor, te mostramos los padecimientos típicos de la etapa adulta.
Artrosis
Esta enfermedad, que también padecen los humanos, es muy típica en los perros. Viene precedida por el desgaste de los cartílagos que unen a los huesos. Cuando se padece este problema, puedes observar una mayor dificultad al caminar, menos ganas de pasear y una negación, por parte de tu mascota, al subir y bajar las escaleras.
Esto último es consecuencia del dolor que les produce al moverse o al hacer un mayor esfuerzo. Puedes prevenir este padecimiento intentando que tu perro no se extralimite en sus esfuerzos y, cuando llegue a una edad adulta, evitándole las escaleras y las largas caminatas. Para tratar la artrosis existen calmantes, la aplicación de masajes y, si se da el caso, el veterinario podría aconsejar una intervención quirúrgica.
Sordera y ceguera
Son habituales las pérdidas de estos sentidos en perros mayores. Aunque ellos seguirán haciendo su vida normal, a pesar de que se les vaya afectando la vista y el oído, gracias a su potente sentido del olfato.
No siempre se pueden prevenir estas afectaciones. El tratamiento también es complicado, a menos que los problemas en sus ojos tengan que ver con las cataratas, que, afortunadamente, tienen remedio mediante operación.
Enfermedad renal
No te extrañe ver que tu perro falla en su continencia urinaria. Si orina en lugares que antes respetaba, deberás pensar que ya no retiene bien su orina, debido a su edad. A esto se le pueden sumar náuseas y pérdida de apetito.
Desgraciadamente, esta es una enfermedad crónica, originaria de una patología. El veterinario determinará el tratamiento oportuno para reducir los síntomas anteriormente mencionados.
Demencia
Al igual que las personas mayores, tu perro puede desarrollar disfunción cognitiva. Esto no suele ocurrir en todos los caninos, como no ocurre en toda la gente de la tercera edad, ya que tiene un origen genético, difícil de predecir.
Una medicación recomendada por el veterinario puede ayudar a tu mejor amigo con ciertos síntomas, como el insomnio, la desorientación, etc.
Obesidad
La obesidad es normal en los perros mayores, debido a los normales desniveles hormonales y a una vida sedentaria. Prevenir esto es sencillo, mediante una adecuada dieta y un mínimo de ejercicio diario.
Son comunes las enfermedades en los perros de avanzada edad. Reconocer los achaques y buscar ayuda veterinaria es prioritario. Te ayudará tener un seguro que cubra toda esta atención.