En determinadas circunstancias, compartir tu vida con un perro pequeño puede resultar más sencillo que hacerlo con uno más grande. Por ejemplo, te resultará más fácil localizar medios de transporte, alojamientos o locales comerciales que acepten que vayas acompañado de tu compañero. Sin embargo, también tienen ciertas necesidades específicas que conllevan una gran responsabilidad. A continuación, encontrarás unos cuantos consejos sobre cómo debes cuidar a tu perro si es de raza pequeña.
Alimentación a su medida
Los perros de raza pequeña tienen unas necesidades nutricionales especiales. No solo se mueven más deprisa, sino que su metabolismo también funciona a más velocidad que el de un perro de más tamaño. Por ello, también necesitan ingerir más proteínas y calorías, que les ayudarán a recuperar la energía que gastan a lo largo del día.
En el mercado encontrarás una amplia gama de piensos especiales, generalmente identificados con la palabra “mini”, que no solo atienden a estas necesidades nutricionales, sino que también tienen en cuenta el tamaño de la boca del perro con el propósito de evitar que se atragante. Aun así, no debes olvidar ajustar la dosis siguiendo las recomendaciones del fabricante en función del peso y la edad del perro.
Mantén a raya sus uñas
Como los perros pequeños pesan poco, apenas desgastan las uñas en los paseos. Por eso es muy importante que estés pendiente de recortárselas (o llevarle a que lo haga un profesional si no estás seguro de cómo hacerlo en casa) cuando sea necesario, para que no le crezcan en exceso ni se le rompan o se le claven en las almohadillas.
Cuidado con las temperaturas
Un perro pequeño es muy sensible a las temperaturas extremas. La capa de manto y grasa que le protege es más fina que la de los animales más grandes, por lo que debes ayudarle a mantenerse abrigado en invierno y fresco e hidratado en verano.
¿Has probado alguna vez a poner la mano en el asfalto en un día de calor o de mucho frío? Ellos van prácticamente pegados al suelo y esto los vuelve aún más vulnerables, no solo a la temperatura en sí, sino a la humedad y al calor acumulado en el pavimento.
Ejercicio controlado
Los perros pequeños son muy activos, así que agradecen los paseos y los juegos, pero siempre controlando que no sobrepasen sus capacidades. Un gran porcentaje de perros mini sufre problemas cardiacos a partir de los diez años, así que te toca cuidar de su corazoncito, en todos los sentidos.
Es recomendable que en los paseos utilices arnés en lugar de collar para evitar que se haga daño y pueda desarrollar problemas en la tráquea.
Más años contigo
Las razas pequeñas suelen tener una esperanza de vida mayor que las grandes. Esto es, sin duda, una ventaja, pues dispondrás de más tiempo junto a tu perro. Sin embargo, no puedes olvidar que a medida que se haga mayor, irá necesitando una serie de cuidados más específicos para perros sénior.
Por último, es muy recomendable que hagáis visitas regulares al veterinario, aparte de las obligatorias para las vacunas, para que un profesional contrastado controle que todo está en orden.