«Quiero un perrito» es probablemente una de las frases más escuchadas cuando se aproximan las fiestas navideñas. Es cierto que un perro puede resultar un regalo incomparable, pues supone regalar compañía y amor desinteresado, pero no es una decisión que se pueda tomar a la ligera.
Un perro (o cualquier otro animal, incluso los más pequeñitos) no es un regalo que lleve ticket para poder cambiarlo por otra cosa si no te gusta y, aun así, según estudios de la Fundación para el Asesoramiento y Acción en Defensa de los Animales, hasta un 40% de los animales regalados en Navidad son devueltos o abandonados a los pocos meses.
Para evitar este tipo de situaciones terribles, es importante que la decisión no se tome de modo impulsivo. Tienes que tener en cuenta que vas a añadir un miembro más a la familia, por eso es imprescindible que sea algo meditado y consensuado con la persona que va a recibir el regalo, o con el adulto que se vaya a responsabilizar del animal en el caso de que el destinatario sea un niño.
¿Qué cosas debes saber antes de decidir llevar un perro a casa?
Gastos económicos
Un perro es un ser vivo y tiene una serie de necesidades que debes cubrir. Es indispensable que te asegures que la persona que va a recibirlo va a poder hacer frente a los gastos veterinarios (revisiones, vacunas, desparasitaciones periódicas y posibles enfermedades), alimentación adecuada, productos de higiene y juguetes. También cabe la posibilidad de que necesites ayuda de un profesional etólogo para educarlo.
Tiempo y dedicación
Tu perro va a necesitar que le dediques una parte de tu tiempo. Un par de salidas rápidas para que haga sus necesidades no son suficientes. Necesita que deis paseos enriquecedores, que juguéis juntos, que le des mimos y que le enseñes cosas nuevas a menudo. Además, tendrás que atender su higiene y estar pendiente de su salud. Pregunta a quien va a recibir el regalo si está dispuesto a todo esto todos los días durante los próximos años de su vida.
Algunas cosas más a tener en cuenta…
Piensa un momento en tus vacaciones: ¿vas a llevarlo contigo o tienes algún lugar de confianza en el que pueda quedarse seguro y cómodo?
Y, por último, no olvides tener en cuenta la seguridad de toda la familia. Es importante que le pongas un microchip, para que puedan localizarte si en algún momento se pierde. También, en función de la raza y del lugar en el que vives, es posible que sea obligatorio que contrates un seguro de responsabilidad civil. Además, actualmente existen seguros veterinarios que pueden resultarte interesantes.
Regalo triple
Y ahora que ya estás decidido, una última cosa: aunque es posible que quien vaya a recibir el regalo sueñe con una raza en concreto, es importante que valoréis la opción de adoptar, pues en las protectoras y perreras hay muchos animales esperando una oportunidad. De este modo, el regalo será triple: lo recibirá la persona, el perro adoptado y el perro que pueda acceder a la protectora porque ha quedado un sitio libre.